miércoles, 20 de enero de 2010

Otro más

Hay quien cuenta los segundos, los minutos, las horas, los días...

Mis semanas, mis meses, mis años..., no son míos.

Son de ti, de ella, de él... de vosotros que me arrancáis una carcajada cada mañana, tarde o noche. Sin la risa no hay hipo, y sin la música ya sabéis que no hay nada.

Thank you all.
love. 22+2

viernes, 19 de junio de 2009

¡Viernes!

Un mes después seguimos con aquello que cuesta: continuidad. Y no es por falta de cosas que contar.

En lo personal, que si se acaba una etapa (para algunos), que si graduación (con o sin beca)...

En el mundo en general, desde la vuelta del Rey Floren-Midas y su equipo de salvamento con sentimiento madridista por encima de todo, hasta maldesayunar (otra vez) con el inicio del terror etarra en verano.

Pero de momento yo me quedo con que hoy es viernes, y el calendario (y ahora el calor) manda por encima de todo.

Así que aprovechando la spotify-obsession que sufro...

Hello weekend!

jueves, 14 de mayo de 2009

Knock knock, Penny... Knock knock, Sheldon

Creo que es el mejor momento de toda la serie.



Cómo les voy a echar de menos...

jueves, 26 de marzo de 2009

Los Jetsons leían leerán e-papel

Avanzamos. La realidad que vivimos evoluciona día a día renovando conceptos que creíamos inviolables. Aspectos tan cotidianos como bajar los domingos a comprar el pan y el periódico, son imágenes que en breve quedarán en el recuerdo. Y no porque una catástrofe natural acabe con todas las plantaciones de trigo, sino porque el otro elemento del tándem dominical está apurando sus últimos coletazos de vida.

Sin embargo tampoco hay que hacer saltar las alarmas. No se sabe con certeza cuánto tiempo le queda al periódico en papel, lo único seguro es que el e-papel ya se ha convertido en algo tangible y concreto. Todavía desprende ese tufillo a novedad con futuro incierto, y muchos dicen que sigue siendo incómodo leer en pantalla, pero lo cierto es que si hasta el cine se ha permitido fantasear con su existencia, en breve pasará a formar parte de nuestra rutina.


Foto by misterbisson

El fin apocalíptico de la prensa tradicional, en su formato papel, es algo que todavía no se ve con nitidez, pero se intuye. Hasta los escépticos, a quienes se reserva el rol de cuestionar todo lo nuevo, ya deberían ser conscientes de que el ritmo frenético que se está llevando por delante numerosas cabeceras, y poniendo contra las cuerdas a las que aguantan el tirón como pueden, es una poderosa razón para creer que hemos llegado al punto de partida de una nueva era.

Mientras tanto, la integración de redacciones trae consigo inevitables recortes de personal por la crisis, camuflados en un intento de unir a dos perfiles antagónicos. Bien sea porque son somos nativos digitales, o porque simplemente vemos en los nuevos medios, y todas las herramientas que se desarrollan paralelamente, una oportunidad de crear, de probar, de investigar nuevas formas de hacer periodismo y no una obligación incómoda, impuesta por la constante renovación de las tecnologías.

Son, en definitiva,
nuevas maneras de entender y proporcionar la información sin ningún límite físico, excepto las normas básicas de la profesión para garantizar los principios del buen periodismo.

Y ahora es cuando me pongo a divagar, imaginando un gadget tataranieto del e
-papel, que informará a los Jetsons la familia del futuro de todo cuanto ocurra en el mundo, simplemente con pulsar, clickar, parpadear, o cualquier movimiento que no requiera ningún tipo de esfuerzo más grande que respirar.

Viva la tecnología.

jueves, 5 de marzo de 2009

What 'r u doing now?

Lindsay Lohan cuelga sus batallitas nocturnas vía Facebook, Lily Allen twittea hasta el hambre que tiene, Demi Moore o @mrskutcher manda mensajitos amorosos en menos de 140 caracteres a su respectivo, y Ashton sube vídeos en su canal de Qik sobre momentos distendidos de la pareja...

¿Es la vida online obligatoriamente pública?

En cierto modo sí. Las herramientas 2.0 nos permiten tener algún tipo de control – aunque normalmente mínimo y siempre con letra pequeña – sobre todo el material personal que publicamos en internet a través de las numerosas redes sociales. Evidentemente, es el usuario el que decide qué tipo de cosas o aspectos de su vida personal desea compartir y que sean vistos por otros. Sin embargo, aún hoy hay mucho desconocimiento sobre la correcta utilización y manejo de este tipo de soportes, tremendamente útiles en cuanto a comunicación, pero por otro lado peligrosos si no se sabe mantener un buen uso de ellos.

Para los personajes conocidos, y sobre todo para los que su trabajo depende en un porcentaje muy alto de la audiencia, su presencia en internet contando experiencias personales y participando activamente en comunidades y redes sociales aporta cuanto menos resultados positivos, aunque siempre existe el riesgo de alguna que otra polémica. Además, ya son conocidos por lo que su privacidad tiene un diámetro más pequeño que el de una persona anónima.

Por el contrario, un usuario común depende única y exclusivamente de la utilización que haga de sus perfiles públicos. Ya son muchos los ejemplos de personas que, por imprudencia o descuido, no han sido conscientes del alcance que sus acciones online podrían tener en su vida. Al fin y al cabo somos los internautas los que elegimos qué nivel de privacidad queremos mantener.